Soy la verdad aquí
Nunca emprenderás retorno
fuera de mí
las enseñanzas del mirador
en vastos paisajes perdido está
se marchitó la flor
Una enramada azul
llegó sin preocupaciones
dejó la piel
El vertigo seco
se adentró en la cueva
no encontró sus manos
Limosnas dejaron los pasos
a los antecesores de un ocaso
mis huellas se borraron
Porque somos uno no serás
porque no hay alma partida en dos
dejarás tu morada
El plato de hierro
sonoro brindó esperanza de cambio
agujas sangran los dedos
no hay nada mejor
una estera al sol vacía absorbe
ahí estás sentado vos
Las canciones alumbran
transmigran la esencia del polar
del calor al frío
Amor muerto invertido
debajo de una almohada no hay nada
ni siquiera un nido
Los soles son trece
en septiembre resuenan las sentencias
son doce las campanas
Juran en vano mis tobillos
no besar la tierra firme
no hay descanso
Me dejarás acá
como siempre hacés
y yo me dejaré a mí mismo
Yo soy la verdad aquí
pues no hay mentira ni fuera
ni dentro de mí
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